La definición más simple, si pudiera haber una, sería que el “duelo” es el período de tiempo que nos lleva superar a alguien, para tener una sensación de normalidad en la vida.

Pero el dolor lo abruma. Continuamente lo trae de vuelta al momento en que tuvo esa relación especial con ese ser querido (ya sea humano o animal) cuando todavía estaban en su vida. Toma mucho tiempo dejarlo ir. Algunos de nosotros, nunca somos capaces de soltar, pero podemos mantener una apariencia de cordura, poniendo una cara valiente.

El primer paso es la NEGACIÓN … No puedes creer, aceptar o incluso tratar de contemplar que esa persona se ha ido. Busca en lugares familiares, esperando que aparezca. Puede haber lágrimas, o puede reprimir los sentimientos, o tratar de suprimir las emociones con alcohol o medicamentos. Es un esfuerzo pasar el día y manejar las actividades diarias.

Segundo paso: ENOJO … Se preguntas, “POR QUÉ YO”. Tiene ira por la persona fallecida que se fue. Especialmente, porque se quitaron la vida, se lastimaron con las drogas o no hicieron lo que creía que les habría dado una oportunidad de pelear. La ira es una de las emociones que liberamos en el trabajo que haremos juntos. Buscamos que las buenas experiencias  le permitan seguir adelante y que otros entren en su vida.

Tercer Paso:  NEGOCIACIÓN:  se fantasea con la idea de que se puede revertir o cambiar el hecho de la muerte, hacer tratos con Dios, con el Universo. Orando para que esta persona regrese. “Dame esa oportunidad, Señor… O… Toma mi vida a cambio…” Es un ciclo perpetuo de “Qué pasaría si” o “Sólo si”.

Cuarto paso: DEPRESIÓN: después de que todos los recursos emocionales hayan alcanzado su punto máximo, y se haya dado cuenta de que esta persona realmente se ha ido, los abrumadores sentimientos de desesperanza, frustración, amargura, autocompasión, luto por la pérdida de la persona, lo deja en un estado profundo de depresión en donde se siente vacío por dentro y pierdes el control.

La etapa final es la ACEPTACIÓN: cuando internalizas y aceptas, se da cuenta de que la vida tiene que continuar. No va a dejar ir por completo a su ser querido, pero los sentimientos son menos intensos y menos frecuentes.  ACEPTA su pérdida.

En el proceso de hipnoterapia podemos acelerar el proceso,  incluso días después de una sesión, los clientes reportan sentimientos de tranquilidad y liberación, vuelven a tener planes y objetivos para el futuro, volver a tener energía para seguir adelante. Todavía llevará tiempo, pero no tanto como una mente fuera de control.

La hipnosis para superar la muerte de un ser querido puede ayudar. Cuando estás afligido, tus pensamientos hacen un patrón. El ciclo de duelo se convierte en un hábito que tu mente retiene. Para que puedas vivir tu vida, tienes que romper el patrón. Sanar significa que puedes vivir tu vida. Puede sonar difícil en este momento, pero puede suceder. Con la hipnosis para el duelo, puede volver a ser normal. Se merece una buena vida.

Durante la hipnosis para el duelo, te llevo a un estado de trance. En este estado se va a sentir a gusto y completamente relajado, escomo cuando te distraes mientras conduces un automóvil o cuando queda inmerso al ver una película en televisión. Ese mismo estado mental se usa en la hipnosis para acceder a su subconsciente directamente permitiendo cambiar sus patrones de pensamiento.

La hipnosis para el superar le perdida de un ser querido, reprograma su mente, no esconde su dolor. En cambio, aprende cómo liberarse de él. Tu ser querido todavía está en su memoria, pero ahora puede volver a vivir su vida, puede volver a sus actividades normales a volver  a ser feliz.

Los pensamientos negativos pueden convertirse en una espiral descendente. La hipnosis ayuda a romper esta espiral. Puedes reducir la ira, la tristeza y el estrés que tiene. A través de la hipnosis para superar la muerte de un ser querido, puede adaptarse a su nueva vida.

Si crees que está sufriendo un dolor complicado o simplemente estás teniendo dificultades para lidiar con su pérdida, a través de sesiones de hipnoterapia le puedo ayudar a encontrar la solución adecuada para pasar por este proceso hacia una aceptación pacífica y, finalmente avanzar de nuevo en la vida, tal vez incluso con un nuevo propósito y significado.